Tensión en El Calafate

Los trabajadores del SAMIC pidieron la renuncia de Ortiz Maldonado y todo su equipo

El hospital de alta complejidad decidió anoche un paro por 48 horas luego de que los profesionales increparan a la intervención por las falencias en el nosocomio. La tensión se profundizó después de la muerte de la médica que llevaba adelante la Terapia Intensiva. Suspendieron cirugías y usuarios de diálisis acudieron a la Justicia por falta de servicio.

  • 29/11/2018 • 11:13
Ayer los usuarios de diálisis acudieron a la Fiscalía porque no tienen servicio
Ayer los usuarios de diálisis acudieron a la Fiscalía porque no tienen servicio

La muerte de Patricia Pérez, la médica de la terapia intensiva del Samic, producto de una embolia pulmonar por una trombosis, tensionó las cosas en el hospital de El Calafate.

Es que según advierten los trabajadores, es el hospital el que generó las condiciones de estrés que ponen en riesgo sus vidas, a partir de una acumulación de horas y poco descanso, provocados por la permanente salida de profesionales de la salud, no así en áreas como la asesoría letrada, donde se contrató a ocho abogados.

Tras la muerte de Pérez, sus compañeros se declararon en estado de alerta y llevaron adelante asambleas para establecer medidas al respecto pero no fue hasta ayer que pudieron reunirse con el interventor, Gastón Ortiz Maldonado, que hacía más de dos semanas que estaba fuera de la ciudad.

La decisión de la intervención habría sido suspender momentáneamente algunos servicios, entre ellos el de diálisis, razón por la cual ayer un grupo de usuarios se presentó ante la Fiscalía calafatense para hacer algún tipo de presentación al respecto. Previamente, los pacientes habrían intentado hablar con la Dirección pero no los recibieron. A esto se suma que durante la jornada también se comunicaron con la redacción de TiempoSur otros pacientes que aseguraron que ayer el hospital comunicó que suspendía sus cirugías que ya habían sido reprogramadas.

Mauro Sánchez trabaja en el ámbito de la salud pública hace más de 25 años y actualmente es delegado de los trabajadores nucleados en ATE. Según le dijo ayer a Tiempo FM, la muerte de Patricia fue el detonante.

“Ella estaba en un área neurálgica, que es terapia intensiva que funciona con tres médicos, eso es trabajo de 24 horas por 12 de descanso” dijo, asegurando que desde “hace un montón de tiempo” vienen planteando falencias en diferentes sectores.

A esto se suma que existe “un éxodo de profesionales” porque por ejemplo “se nos fue un capo experto en diálisis que es el formador de la médica que está a cargo con un servicio de once pacientes de Calafate que son atendidos por el hospital”.

Sánchez lamentó que la intervención “no tuvo la capacidad” de armar un plan de contingencia, algo que los trabajadores reclaman de manera urgente, en el marco de un petitorio que incluye otros 21 puntos, entre ellos “que renuncie toda la dirección del hospital, la intervención y los directores médicos, que ya tuvimos cuatro este año, ¿por qué renuncian?” se preguntó el delegado.

Por otro lado, fuentes consultadas por este diario aseguraron que la reunión entre autoridades del Gobierno nacional y de la Provincia para discutir la situación del Samic era inminente. Esto, como consecuencia de la profundización de la crisis en ese hospital sobre el cual la Fiscalía de Estado viene haciendo ya varias presentaciones para conocer cómo se administraron los fondos.

A más de un año de la intervención del Samic, el gobierno de Alicia Kirchner dice no comprender cuáles fueron las verdaderas razones que llevaron al poder central a intervenirlo. En efecto no existe denuncia de ningún tipo presentada que esté vinculada a un presunto mal malejo por parte de la Provincia.

Originalmente, la administración del hospital de alta complejidad fue tripartita, es decir que un 70% estaba  a cargo de la Nación, un 25% de la Provincia de Santa Cruz y el 5% restante a manos del Municipio.

Previo a eso, cuando todavía no había sido inaugurado, referentes del Frente Unión Para Vivir Mejor, como la entonces diputada Susana Toledo salían en los medios nacionales asegurando que la obra era un “elefante blanco”, negando la centralidad del emplazamiento de un hospital en esa zona.

“A nosotros nos costó entenderlo pero estamos en un lugar neurálgico muy cercano a Río Turbio con la mega usina que le iba a dar trabajo a miles de trabajadores, y por otro lado, con las represas que en plena obra van a emplear a cinco mil obreros. A eso súmale los 500 mil turistas que pasan en temporada porque Calafate está en un lugar con aeropuerto, la gran mayoría de las localidades no lo tiene, zona norte tiene que irse a Comodoro Rivadavia para tomarse el avión y zona sur a Río Gallegos” aseguró ayer Sánchez, que pidió cuidar el hospital “porque nos lo merecemos”.